"Cualquier intervención del sonido en el espacio redefine ese lugar y le otorga una connotación plástica".
Uno entra a un espacio oscuro, frío, desproporcionadamente alto y angosto, en absoluto silencio, lo único que se escucha son los pasos propios y los de los otros veinte visitantes. Un paso, dos pasos, tres pasos… el cuarto suena a hierro. Un martillazo apagado contra el yunque. Recién ahí uno baja la mirada y ve el comienzo de una extensión de circunferencias de hierro oscuro de cuatro centímetros de espesor con agujeros que dibujan rostros de espanto. Un martillazo, dos martillazos, cuatro, seis, cuarenta martillazos que inundan todo el espacio. Un alarido metálico continua durante unos minutos. Mágicamente el grupo se detiene, por unos segundos resuena en los oídos el eco apagado y, nuevamente, silencio.
Descripción de un espacio - instalación del Museo Judío de Berlín, de Daniel Libeskind. El sonido es generado por los participantes y potencia en extremo las cualidades del espacio y la instalación.
En el recorte del Film de Coppola es interesante el juego que hay entre el sonido y la imagen, que a veces es sincrónico y otras no.
Los primeros minutos suena un jazz de fondo ajeno a la narrativa visual, interrumpido por momentos por algunos ruidos de la escena reconocibles como perros ladrando, pero también por unos sonidos totalmente ajenos a la situación que confunden mucho al espectador: sonidos tipo robóticos o de radio. Recién recién cuando la cámara desciende a la plaza, hay una sincronización entre el sonido y la imagen.
A partir de este momento es donde se vuelve más interesante y compleja la relación audio-visual. Está la pareja que camina en la plaza y los espías en la camioneta, que escuchan por radio a la pareja. Por momentos el espectador escucha a la pareja de forma clara y en otros escucha a la pareja a través de la radio de los espías, es decir, con interferencias y menos calidad, mientras la cámara sigue enfocando a la pareja.
- Incorporar el sonido a sus esculturas a partir de la vibración audible de elementos de su estructura.
- Desvinculación del sonido de la idea musical. Cada escultura tiene su propio sonido - ruido que depende de sus partes y del ritmo.
- Juntas generan una orquesta maquinal más compleja.
- Desvinculación del sonido de su categoría previa, es decir de elemento estrictamente musical,
- Audio - Visual, por un lado está el sonido, de cada instrumento de cuerda y de cada helicóptero.
- Sonido de los helicópteros y de los violines se superponen. Generando sonidos totalmente novedosos.
- Es una obra que se puede ver y escuchar gracias a los avances tecnológicos de grabación y filmación.
En un momento dado, la pareja se da cuenta de que están siendo escuchados y se acercan a unos músicos que están tocando un jazz en la plaza, para que el micrófono del espía no los pueda grabar. La cámara sigue enfocando a la pareja en primer plano, que hablan pero lo único que se escucha es el jazz de los músicos. Esto genera en el espectador un sentimiento importante de intriga. A lo largo de todo el recorte, la relacion audio visual es conflictiva, por momentos sincrónica y por otros asincrónica, lo cual genera confusión y exige un espectador atento.